Opinión: Acreditación Institucional

Marcelo Núñez Iribarren

Director Ejecutivo

La Acreditación es hoy un proceso voluntario para las instituciones de educación superior en Chile y si bien es cierto, el hecho de contar con ella asegura un flujo de recursos vía beneficios fiscales (becas) orientados a los estudiantes más vulnerables, estamos absolutamente convencidos que el mayor impacto de estar acreditados, es la calidad de la educación que se entrega y de la institución que la imparte.

Como CFT Teodoro Wickel de la Universidad de La Frontera, hemos asumido el compromiso de hacer de este paso un proceso obligatorio, ya que es el único camino que nos entrega las pautas para una mejora continua, cuyo objetivo final es brindar educación técnica superior de calidad, entendiendo la calidad como el componente diferenciador en nuestra tarea diaria de transformar vidas.

Hoy nos embarga el orgullo y la alegría, ya que con fecha 12 de agosto de 2015, hemos recibido notificación oficial desde la CNA que indica que nuestro Centro de Formación Técnica ha logrado su primera Acreditación Institucional por un período de 2 años, en las áreas obligatorias de Gestión Institucional y Docencia de Pregrado.

Obtener la Autonomía (otorgada por el Consejo Nacional de Educación Superior el 23 de diciembre de 2013) y posterior Acreditación en un período récord de 20 meses, es un logro para cualquier institución de educación superior del país, que fue posible gracias a un sistemático proceso de autoevaluación que involucró el trabajo en equipo de toda nuestra comunidad educativa, representada por directivos, coordinadores, docentes, estudiantes, titulados y empleadores.

El año 2015 quedará en nuestras memorias y en la historia de la institución, como el año en que pasamos a ser parte del círculo de CFTs acreditados, que en Chile corresponde sólo al 33%, es decir, 20 de los más de 60 centros a lo largo del país.

Sólo queda agradecer a quienes han depositado su confianza en este proyecto educativo con más de 10 años formando técnicos de nivel superior en Temuco y Angol, reconocidos por contribuir de manera sostenida al desarrollo del sector productivo y social de la región de La Araucanía.